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Impuesto de gases floruados en este 2017

La preocupación se ha apoderado del sector del frío en este 2017. El pasado 1 de enero se empezó a aplicar 100% del impuesto sobre gases fluorados.

¿Por qué preocupa el impuesto de gases floruados?

Durante el pasado 2016, ante la demanda del sector del frío, que se encuentra en una gran pérdida de competitividad, el tipo aplicado ha sido el resultante de multiplicar las tasas por el coeficiente del 0,66.

No obstante, Aefyt persiste ante el reciente Gobierno en abolir tal impuesto o, si más no, en la conservación del 0,33 del tipo tributario válido en 2014. De no ser así, la industria del frío, con una gran presencia en el total de la industria, podría padecer una severa y preocupante contracción.

Roberto Solsona, presidente de Aefyt afirma:

“Se hace urgente la derogación del Impuesto sobre Gases Fluorados ya que, a partir del año 2017, será totalmente inviable para las empresas. Hay que tener en cuenta que muchos de los gases disponibles utilizados en la actualidad se verán gravados por un impuesto que supone hasta ocho veces más que el propio valor del gas”.

Una de las demandas de la Asociación, que presentó un informe económico muy negativo sobre el efecto de este impuesto en las empresas del sector del frío, fue refrendada por la rectificación a los presupuestos de 2016. Aefyt ha realizado durante este año un intenso trabajo, ante España y Europa, con el objetivo de lograr la revocación del tributo.
De tal manera que Aefyt ha reunido a otras entidades que representan sectores que se verían muy perjudicados por la decisión. Un claro ejemplo es el sector de la distribución alimentaria.

La misma rectificación a los presupuestos de 2016, mostraba diferentes argumentos propuestos desde la Asociación sobre la existencia de varias alternativas a los HFOs.
Aefyt considera que la anulación del impuesto es vital para asegurar una concordancia con el resto de la Unión Europea.

España y Dinamarcaes, junto con Dinamarca, prácticamente una excepción en la UE, ya sea por la aplicación de este impuesto o por el porcentaje aplicado, lo que supone un serio agravio comparativo que se acentúa en un país en el que las necesidades de refrigeración y climatización son mucho más exigentes que en el centro y norte de Europa.

Mientras que España, junto a Dinamarca, sigue con la puesta en marcha del impuesto de HFOs, regiones como Eslovenia y Australia lo han retirado, Francia no lo puso en práctica. La posición constitucional de Austria considera que los gases floruados no son gases de efecto invernadero debido a su muy bajo PCA, ya que es similar al de los hidrocarburos y no se encuentran bajo ninguna restricción de uso.

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